La actividad física regular es uno de los pilares fundamentales para mantener una vida saludable. Contribuye a mejorar la calidad de vida, prevenir enfermedades y fortalecer tanto el cuerpo como la mente. Incorporar movimiento en las rutinas diarias genera beneficios inmediatos y a largo plazo, promoviendo un bienestar integral.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud de Argentina destacan los múltiples beneficios asociados a la práctica regular de actividad física:
La sarcopenia es la pérdida progresiva de masa y fuerza muscular asociada con el envejecimiento. Esta condición puede limitar la movilidad y aumentar el riesgo de caídas y fracturas en personas mayores. Sin embargo, la práctica de actividad física desde la juventud contribuye significativamente a prevenir la sarcopenia y a mantener una calidad de vida óptima en la edad adulta.
Los ejercicios de resistencia y fuerza realizados de manera regular desde etapas tempranas de la vida permiten construir una reserva muscular sólida, lo que facilita un envejecimiento más saludable. Además, el mantenimiento de la actividad física a lo largo de los años fortalece huesos, articulaciones y el sistema cardiovascular, favoreciendo la autonomía en la vejez.
Cualquier movimiento es mejor que la inactividad. Incluso pequeñas dosis de actividad diaria pueden ofrecer beneficios significativos, especialmente cuando no es posible cumplir con las recomendaciones completas.
El sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo para la salud. Permanecer largos periodos sentado frente a una pantalla o sin actividad física incrementa el riesgo de enfermedades crónicas y reduce la esperanza de vida. Es recomendable levantarse y moverse cada 30-60 minutos, incluso en contextos de trabajo desde casa o en oficinas.
Antes de iniciar un plan de actividad física, especialmente en caso de contar con una condición médica preexistente o después de un periodo prolongado de inactividad, es esencial consultar a un profesional de la salud para recibir una orientación adecuada.
Incorporar la actividad física en la vida diaria representa una inversión en la salud presente y futura. Los efectos positivos del movimiento impactan de manera significativa en el bienestar físico, mental y emocional en todas las etapas de la vida.